Muy querida comunidad universitaria de la IBERO:
“Cuando venga el Espíritu de verdad, Él nos guiará hasta la verdad plena”
Estas palabras del Evangelio según San Juan, fueron citadas por el padre Pérez Alonso en la eucaristía que se celebró cuando nuestra Universidad cumplió cuarenta años de existencia.[1] Y es que —desde su fundación en 1943— la Ibero se concibió a sí misma como una universidad en búsqueda constante y permanente de la verdad. Es decir, como una institución que desear revelar las realidades de este mundo a través del conocimiento. Para hacerlo se necesita de una mirada renovada. De ojos nuevos.
Por eso, en la Ibero buscamos siempre esa verdad: una verdad que va al a fondo de las cosas. Una verdad que no se queda en las apariencias. Que mira a las personas “como las mira Dios”. Que no vive “de ideologías políticas ni de teorías religiosas”.[2] Una verdad concebida como única fuente humanizadora de nuestra experiencia. Que busca la construcción del Reino en este mundo y su justicia. En suma, una verdad que nos libera.
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El creador del logo del 80 Aniversario de la IBERO, Raúl Oropeza, compartió que su proceso creativo siempre comienza por entender de qué se trata el proyecto, define las limitaciones, el formato y luego sigue con un ejercicio de exploración con bocetos.
Aún estudiante de Maestría en nuestra IBERO, Raúl Oropeza, explica que empezó a “jugar con la forma y quería darle cierta relación a cada elemento, a cada círculo y la principal relación que tienen cada uno de ellos, la conexión es que se intersectan en su circunferencia y que cada circunferencia exterior, por ejemplo, la del círculo más grande, empata en tamaño con el círculo interior del que le precede en tamaño y lo mismo con éste”.
Muy querida comunidad universitaria de la IBERO:
“Cuando venga el Espíritu de verdad, Él nos guiará hasta la verdad plena”
Estas palabras del Evangelio según San Juan, fueron citadas por el padre Pérez Alonso en la eucaristía que se celebró cuando nuestra Universidad cumplió cuarenta años de existencia.[1] Y es que —desde su fundación en 1943— la Ibero se concibió a sí misma como una universidad en búsqueda constante y permanente de la verdad. Es decir, como una institución que desear revelar las realidades de este mundo a través del conocimiento. Para hacerlo se necesita de una mirada renovada. De ojos nuevos.
Por eso, en la Ibero buscamos siempre esa verdad: una verdad que va al a fondo de las cosas. Una verdad que no se queda en las apariencias. Que mira a las personas “como las mira Dios”. Que no vive “de ideologías políticas ni de teorías religiosas”.[2] Una verdad concebida como única fuente humanizadora de nuestra experiencia. Que busca la construcción del Reino en este mundo y su justicia. En suma, una verdad que nos libera.
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Agradezco la presencia de todas y todos ustedes esta tarde. En especial, reconozco la presencia virtual de quienes integran los distintos capítulos de Somos Ibero en el mundo. Ellas y ellos forman parte de una vibrante comunidad de egresados que da sentido al llamado a construir la ciudadanía global desde la Ibero.
Nuestro festejo sólo cobra sentido cuando —aún a la distancia— la pluralidad que constituye a nuestra comunidad se reúne bajo un mismo techo para expresar su alegría.
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Familia Ibero: en esta Casa tenemos un legado claro. Somos parte de una tradición centenaria que se traduce en un proyecto civilizatorio de alcance global que inició hace 500 años. Nos sabemos y nos reconocemos orgullosamente como una universidad confiada a la Compañía de Jesús. En congruencia con ese legado, en la Ibero vivimos la excelencia humana integral como un ejercicio de entrega a favor de las y los demás.
Por eso queremos que México avance hacia la consolidación de una sociedad democrática, en un mundo más humano y ambientalmente sostenible. Nos importa el cuidado de nuestra Casa Común y el llamado a construir un horizonte de equidad, inclusión y justicia.
En la tercera década de este siglo, nuestra Universidad se concibe a sí misma como un agente activo en la construcción del presente y en el diseño del futuro. Y —¿por qué no decirlo?—, también en la interpretación del pasado para hacerlo amable y digno. Para tenerlo ante nuestro corazón para ir siempre más allá, según la tradición del Magis ignaciano en la que nos reconocemos.
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Nuestro Ochenta Aniversario abre una puerta para imaginar el futuro. Para construirlo desde el presente al asumirlo como propio. Para iluminarlo con nuestro paso al momento de recurrir a la tradición del discernimiento ignaciano. Sólo al apelar a esa tradición es posible abrazar ese presente en toda su complejidad, para vislumbrar así los horizontes de esperanza que necesitamos.
Por eso, quiero aprovechar esta oportunidad para compartir con ustedes tres iniciativas que definen el quehacer que la Ibero tiene por delante: primero, deseo dar a conocer que en los últimos meses hemos trabajado para formular un documento en materia de planeación estratégica que orientará la marcha de nuestra Universidad en los años venideros. Segundo, les comparto que la Ibero también está por lanzar un nuevo espacio que le permitirá consolidarse como un ecosistema de innovación universitaria capaz de ofrecer repuestas a los desafíos socio-tecnológicos del presente. Tercero, tengo una buena noticia: recientemente el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) reconoció a la Ibero como “Marca Famosa”. Nuestro agradecimiento con el IMPI es doble. Nos estimula y al mismo tiempo nos compromete.
Estas tres novedades forman parte de un llamado a imaginar lo que sigue. A trabajar en conjunto para que la Ibero renueve el paso de su peregrinar mientras avanza por los caminos de este siglo.
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De este modo, la Ibero se concibe a sí misma como una institución que aspira a problematizar el presente para ofrecer respuestas a los grandes desafíos del siglo XXI. Lo anterior se traduce en un propósito claro: que la docencia y la investigación descansen en el trinomio calidad, pertinencia e incidencia social. Ahí se encuentra el punto de partida que define la aproximación estratégica de la Ibero: el llamado a salir al encuentro con las realidades del presente para elegir los medios que permitirán su transformación como institución en el largo plazo.
En virtud de lo anterior, y en acuerdo con lo dispuesto en nuestro Estatuto, el día de ayer el Senado Universitario aprobó un nuevo Horizonte Estratégico 2023-2027. Se trata de un documento de planeación estratégica que define una agenda de renovación institucional para los próximos cinco años. El nuevo Horizonte Estratégico refleja los esfuerzos colectivos de nuestra comunidad universitaria y define un rumbo claro para el futuro. Ésta es la primera iniciativa que quería compartir con ustedes el día de hoy.
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La segunda iniciativa a la que quiero referirme no es menos importante. En el marco de este Magno Festejo, deseo dar a conocer la creación de un “Hub” que permitirá que la Ibero se consolide como un ecosistema de innovación universitaria de clase mundial. Su propósito es puntual. Vivimos en un periodo definido por desafíos de alcance global ante los que no podemos ni debemos ser indiferentes. Las múltiples dimensiones de la experiencia humana enfrentan hoy retos que son complejos, urgentes y críticos.
La Ibero quiere que su nuevo “Hub de Innovación” sea una respuesta a esos retos. Lo imaginamos como un espacio convocante para que todas las personas que forman parte de nuestra comunidad puedan colaborar en la resolución de los grandes problemas de nuestro tiempo; como un espacio que permita que la comunidad Ibero pueda dialogar con el Estado, la sociedad civil y la comunidad de negocios de México en la búsqueda de esas soluciones que necesitamos. Por eso queremos que nuestro Hub de Innovación sea un espacio creativo y dinámico que permita apelar al diálogo horizontal entre saberes y disciplinas —les invito a prestar atención a un video que resume los alcances de esta iniciativa.
El Hub es una apuesta a favor de la Co-creación. Es un espacio que potenciará una nueva cultura de innovación al interior de la Ibero y la proyectará como universidad de vanguardia en los próximos años. En suma, concebimos al Hub como un espacio capaz de dar resultados en materia de incidencia, impacto social y emprendimiento responsable y solidario. Abierto a la colaboración constante para que las ideas detonen soluciones.
Por eso queremos que este nuevo proyecto tenga un efecto transformador sobre la comunidad de la que nuestra Universidad forma parte. A la manera IBERO, queremos que el Hub sea un recurso central para poner fin a las dinámicas de exclusión social y depredación ambiental que son propias de viejas maneras de concebir el desarrollo.
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Una apuesta como la que acabo de compartir con ustedes encuentra su fundamento en el prestigio que la Ibero ha construido a lo largo de ocho décadas de vida. Ese prestigio se traduce hoy en la fortaleza de nuestros programas académicos y en la solidez de nuestras investigaciones.
Por eso, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) reconoció a la Ibero con el distintivo de ser una “Marca Famosa”. Esta es la tercera noticia que quería compartir con ustedes. A nombre de toda la comunidad Ibero deseo expresar mi agradecimiento al IMPI por esta distinción.
Contar con ella nos obliga a redoblar esfuerzos: ahí donde se encuentre la marca de la Ibero, nuestra presencia debe traducirse en impactos reales a favor de la sociedad. El reconocimiento de la Ibero como “Marca Famosa” descansa en nuestra determinación de trabajar a favor de la misión de reconciliación y justicia a la que nos debemos.
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Querida comunidad Ibero: con Ocasión de su Ochenta Aniversario, en esta Casa sabemos a dónde vamos y a qué. Nuestro camino lo marcan todas las voces que forman parte de esta comunidad universitaria, como lo apuntó alguna vez el Padre Carlos Vigil.[3] Ellas definen el eco de una música que sólo encuentra su armonía cuando la riqueza de nuestra pluralidad actúa en concierto.
Se trata de las voces que nos hablan desde nuestra historia. Esas voces nos llaman también desde un presente cada vez más exigente y nos interpelan para imaginar ese futuro mejor en el que queremos perdurar, prosperar y crecer.
Los festejos por los ochenta años de nuestra querida IBERO representan un espacio simbólico que nos debe permitir avanzar hacia el mañana. Abramos los corazones para encontrar la voluntad de Dios en la marcha de la historia. Y después, abracemos la invitación de San Ignacio para salir a encender el mundo con el propósito de transformarlo.
Ese ese nuestro horizonte.
¡Felicidades y muchas gracias!
[1] “Homilía de la misa celebrada al cumplirse los XL años de la fundación de la UIA” en 60 años de compromiso con el futuro, Ciudad de México, Universidad Iberoamericana (2003), p. 265. La versión del Evangelio citada originalmente por el Padre Manuel Ignacio Pérez Alonso, S. J., es la siguiente: “Cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará hasta la verdad plena” (Juan 16: 13).
[2] José Antonio Pagola, El camino abierto por Jesús, Ciudad de México, PPC (2013), pp. 192-195
[3] Carlos Vigil Avalos, S. J., “Clausura de la conmemoración de los 50 años de la Universidad Iberoamericana” en Universidad Iberoamericana: 50 años de proceso educativo, Ciudad de México, Universidad Iberoamericana (1994), pp. 587-594